¡Hola! Hoy os traemos la reseña de Rojo y Oro, de Seliria.
Puede que pensemos que el lector escoge el libro, pero no siempre es así y puede que el libro escoja al lector. Esta es una historia de un libro que me escogió, vino a mí en forma de tweet y me cautivó desde el instante. Aunque puede que hiciera un poco trampa... y que no el libro no me escogiera del todo, sino que yo también lo escogiera pues, antes había leído algo de estas autoras, más concretamente Sueños de Piedra. Pero si que hay algo común en ambos casos, que el libro y el lector entablan una relación y pude ser de muchos tipos, de odio y claro que si, también de amor.
Siempre me ha gustado pensar en un libro como una puerta abierta, una nueva oportunidad para explorar otro sitio, para vivir nuevas experiencias y también para alejarte de tu vida mundana. En concreto, este libro, Rojo y Oro, es una puerta hacia Élada un lugar con reminiscencias del imperio romano y la cultura griega. Los dioses que nos presentan en esta novela, y que tienen un gran peso para el argumento y desarrollo de la misma, son los famosos Zeus, Hera, Hades... En mi opinión un punto muy bueno de esta novela es no haber cambiado el carácter de estos "personajes", ya que no son unos simples personajes sino unos arquetipos que por respeto a la cultura griega no deben ser modificados.
En esta novela hay amor. Pero también hay dolor, mucho dolor. Y ese dolor es una de las cosas más importantes de esta novela. Esa lucha por librarnos del dolor, por superar el dolor y también por saber como sobrevivir con él. En esta novela también hay egoísmo, pues sus personajes secundarios son dioses y todos sabemos como de egoístas son ellos. Todos saben como es Zeus de egoísta, pues nunca ha mostrado compasión por sus amantes. Todas maltratadas de alguna forma por Hera.
El amor en esta novela también es muy importante, tan importante como el dolor, pero no es sólo un amor romántico, con mucha más importancia está representado el amor incondicional (Ágape).
Sus protagonistas, Asteria y Orión, son otro gran punto a favor para esta novela por su cercanía al lector.
Por un lado tenemos a Asteria una amazona obligada a luchar para el emperador a cambio de la libertad de sus hermanas. Es una persona arrancada de su pueblo y llevada a un lugar totalmente desconocido, a luchar para divertir a los ciudadanos. Ella logra convertirse en la campeona del emperador y con ello la posibilidad de ser liberada, sólo pide una cosa que a cambio de cada combate que gane una de sus hermanas sea liberada. Toda su historia está asentada en esto, en el amor hacia sus hermanas. Es un claro grito feminista y de sororidad . Asteria es un personaje con varias caras, pues ante cada persona y situación vemos como se presenta de una forma, lo que es algo que la convierte en un personaje tan cercano. Otro punto clave en el desarrollo de Asteria es su cultura, al ser una amazona es criada en un ambiente sin hombres y en el que la mujer tenía el poder, por eso vemos que en su narración no utiliza un plural neutro sino uno femenino, como ejemplo de esto podemos poner como se refiere a los dioses por las diosas.
Por otro lado tenemos a Orión, un dios esclavizado por lo pecados de su madre, Eris, diosa de la discordia. Torturado y aterrorizado por los tratos que recibe de su "ama" Hera, decide buscar una salida de aquel mundo en el que vive. A pesar de todo lo vivido, Orión, es un dios ingenuo, benevolente e inocente; quizás por su condición como dios de la vida. Claro que también vemos como esa inocencia se pierde y como hasta la Vida puede desear la muerte.
La doble narración permite ver al lector ambas caras de la moneda y ver como de los hechos por los que Orión se siente culpable, Asteria agradece, y viceversa. Transmitiendo así un mensaje con gran valor, muchas veces nos machacamos a nosotros mismos cuando la visión de los demás es totalmente diferente. Ambos nos dan otra gran enseñanza que a pesar del dolor y la pena que suframos en nuestra vida, cuando no creamos que tenemos nada por lo que vivir, habrá algo o alguien que nos ate a la vida, que nos de esperanzas.
Un hecho interesante en la novela es como las autoras han ilustran los mundos en los que viven los personajes bajo su punto de vista. Tenemos la visión del mundo de Asteria:
"Hace mucho tiempo mi mundo era verde y azul. El verde de los bosques que gobernábamos, el azul de los cielos con los que soñábamos y las aguas en las que nos bañábamos. El verde de la esperanza que nunca perdimos, el azul de la libertad que teníamos.
Ahora, mi mundo es rojo. El rojo de la sangre con la que me baño cada día, el rojo del sol al que me enfrento cada atardecer sin saber que será la última vez que lo vea, el rojo del dolor que ya no siento, del dolor que provoco en otros. El rojo de la ira que me alimenta, el rojo de la venganza que anhelo. El rojo de la muerte a la que me he consagrado.
Mi mundo también es ruido. El ruido de los alaridos de su sufrimiento, de la aclamaciones, de los gritos de las gentes que vienen a ver el espectáculo y piden muerte y horror. El ruido de sus aplausos, de sus vítores, que me repugnan. El ruido de sus risas cuando alguien cae solo por su divertimiento, el ruido del miedo que sienten por mí cuando me hiere, pese a que no me conocen. Pese a que yo quiero su compasión, pues sé que solo me adorarán mientras les dé esa macabra diversión que buscan en el anfiteatro.
Pero mi mundo, sobre todo, es lucha. Mi mundo son espadas y golpes y cicatrices. Mi vida es mirar a los ojos a mil contrincantes y esperar sus ataques mientras que intento romper sus barreras para matar y proclamarme vencedora, día tras día, una y otra vez." Página 28.
Y la visión de Orión:
"Mi mundo es dorado. El dorado de del sol y del oro, de la opulencia y el derroche.
Mi mundo también es blanco. El blanco del orden, de lo impoluto, de la limpieza de aquello que no puede ser corrompido.
Yo no tengo nada en este mundo, y nunca he sido parte de él." Página 11.
También tenemos la otra visión de Orión, cuando es torturado por Hades como castigo:
"Mi mundo es negro. El negro de la oscuridad, de flotar a la deriva, pero siempre anclado al suelo. El negro de mis pensamientos. El negro de la memoria de los espíritus." Página 181
Y también tenemos la otra visión de Asteria tras la masacre de sus hermanas:
"Desde la masacre de mis hermanas, mi mundo se vuelve negro. Negro de la pérdida y del futuro imprevisible, de la desolación y el vacío más absoluto. Las motas de color han desaparecido por completo pese a que ahora tengo libertad; podría salir de la mansión de Ligeia cuando quisiera, siempre que nadie me viese. Podría volver a mi hogar, a mi pueblo, pero allí no habrá nadie esperándome." Página 185
Esto nos hace comprender mejor a los personajes, nos permiten ver su mundo desde sus ojos, y entender lo que sienten y el porqué de sus actos.
La novela tiene el espíritu de las autoras. Iria G. Parente es conocida en twitter por sus "hilos" feministas y sobre las enfermedades mentales, que trata de normalizar. Es fácil de notar en la novela cuando se habla de la depresión y de la ansiedad. Lo que, de verdad, me ha conmovido, ya que actualmente sigue habiendo un gran tabú sobre estos temas y una gran desinformación.
A parte Rojo y Oro no es la típica novela de pruebas 1, 2 y 3, y todo solucionado. Vemos como lo que pensábamos que era una solución se vuelve otro problema, y que hay que realizar elecciones incluso si no nos va a gustar lo que suceda, que hay que hacerse responsable de lo que hacemos y enfrentarnos al castigo. Rojo y Oro tiene unos giros en su trama que atrapan al lector como si de una enredadera se tratara, y una vez que te atrapa no lo puedes soltar.
Este libro puede ser recomendado a aquellos que busquen algo nuevo, a aquellos que es gusten los finales agrios, a aquellos que les gusten las tramas complejas y los giros, a aquellos que les guste el imperio romano...en definitiva a todos ellos que les guste leer pues no quedarán defraudados.
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